Naces, lloras, ríen a tu alrededor, aprendes el por qué de todas esas cosas que tu alrededor habla y que tú, en un principio no encuentras explicación, estrenas libros, haces amigos, amigos que se van, amigos que se quedan, amigos que nunca olvidarás, tus primeras vacaciones en la playa, tu primer día en el colegio, la primera visita del ratoncito perez, o quizá el primer niño o niña que cruzas al que llamas mi novio.
Creces, casi sin darte cuenta, sin querer ver la verdadera noción del tiempo, ese machete que arremete contra nosotros cada segundo mas de nuestra existencia.. Suspendes tu primer exámen, creces, desarrollas todas y cada una de esas partes de ti mismo, lloras por discutir con un amigo, te peleas, con tus padres, hasta contigo mismo, sin querer, no ves toda esa gente que pasa a tu alrededor, dejando una pequeña huella en ti, que parece insignificante.
Comienza la adolescencia, tu pubertad, tu primer día de instituto, esos nervios, quizá provocados por el miedo a lo desconocido, centras tu grupo, las personas que te hacen vibrar de la mejor manera posible y así, vas subiendo uno a uno todos los peldaños de tu vida, rellenándolos con lo mejor para ti, lo que a ti te hace vivir a tu manera, te enamoras, quizá es correspondido, quizá no, y caes, y lloras, y vuelves a caer, mientras otras personas a tu alrededor vuelan agarradas de la mano de otra persona, pierdes a tus seres queridos, los que te van dejando por el paso del tiempo, te hundes, pero siempre resistes, por ti, por esas personas que han luchado siempre para que tu seas feliz.
¿ Esa es la verdadera meta ? ¿ La felicidad ? Y quien lo sabe? Yo os contestaré a mi manera.
Vive tu vida, y se feliz tu, porque nadie, te va a querer mas que tu mismo.
Dulce Locura.
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